Acogiéndose al Real Decreto de 18 de diciembre de 1913, promulgado por el gobierno de Eduardo Dato, las cuatro diputaciones catalanas se unieron para crear la Mancomunitat de Catalunya.
El 6 de abril de 1914 inicia su actividad bajo la presidencia de Enric Prat de la Riba. En 1917 le releva Josep Puig i Cadafalch hasta su destitución por Primo de Rivera, tras su golpe de estado, en 1923. El mes de enero de 1924, Carlos de Lossada y Canterac, gobernador militar de Barcelona asume la presidencia interina. Posteriormente, la dictadura impone, hasta su disolución en 1925, a Alfons Sala.