LOS SELLOS DE MELILLA |
Creados para uso, como franquicia, del ejército expedicionario enviado a Melilla a finales de 1893 y principios de 1894 (ver fechas de llegada y repatriación), estos sellos nacieron ya envueltos en actuaciones policiales, como quedó recogido en el diario La Correspondencia de España. Y no estuvieron exentos de críticas furibundas (La Ilustración Española) y de polémica encendida (artículo de Carreras Candi). Fueron incluidos por los catálogos bajo el epígrafe de Marruecos hasta que, en 1971, fruto del tesón y el estudio de personas como Manuel Martínez Alvarez o E. Aurioles, entre otros, se restituyen a la filatelia española y se clasifican como Franquicias Postales Militares. Fue precisamente el señor Martínez Álvarez quien donó al Museo del Ejército, en 1972, las piedras litográficas con las que se imprimieron estos sellos. En 1972 se había previsto, por la Dirección General de Correos, que la emisión conmemorativa del Día del Sello consistiese en la reproducción del de 1893, con el matasellos de Melilla (Málaga) y un valor de dos pesetas. Finalmente el proyecto fue anulado, pese a contar ya con los bocetos muy avanzados.
Forman la colección un total de cincuenta y tres sellos que representan a cada una de las naves, regimientos y estamentos militares que participaron en la contienda. Según Aurioles, se crearon con la finalidad de "limitar la correspondencia a una cantidad fija de cartas por individuo y período de tiempo", reduciendo así el impacto sobre los servicios de Correos de la franquicia postal concedida por el Gobierno al Ejército de Tierra y a las Fuerzas Navales. Existen tanto sin dentar, como dentados con diferentes perforaciones. Agradezco la información aportada por numerosos compañeros del Ágora de Filatelia. Sin ellos, estas páginas no serían nada.
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